Cazador cazado

Tan solo una mirada inocente da rienda suelta a los engranajes de mil fantasías
Fantasías enfermas y prohibidas
O hermosas como la luz al final de un sendero
Sendero que poco a poco revela una psicopatía

Basta escuchar sus brincos en la acera
Percibir su aroma, mezcla de formulas y sudor
O ver la danza mística en su rutinaria caminata
Para caer en las redes del ardid

Basta saborear su piel canela
Sentir sus labios defenderse ante el dolor
O imaginar su vida en tus manos
Para ser atrapado en alma y cuerpo, para insípidamente morir

Y divagando sobre la certeza del fin
Has de saber que la muerte no es el castigo
Ni el precio a pagar por el placer obtenido
Es el comienzo de tu agonía
Tu felonía, satisfacer tu alter ego pervertido
Destruir la inocencia, corromper la pureza
Sobreponer tu maldito interés hormonal
Y cercenar las alas de un ángel distraído.

Arde sin esperanza y grita con desesperación
Que cuando te encuentren en el lecho donde diste rienda suelta a tu pérfida pasión
La frase “la cacería ha empezado” escrita con sangre en un rincón
Para los de tu especie, servirá como mensaje de precaución